sábado, febrero 17, 2007

Incendios de Valparaíso

Valparaíso es la ciudad del fuego. Los antiguos nativos la llamaban "Alimapu" (Tierra quemada) y a lo largo de los siglos los incendios se han repetido uno tras otro. Fuertes vientos; estructuras hechas principalmente de madera antigua, reseca, que arde rápidamente; instalaciones eléctricas sin mantención y sobrecargadas; pirómanos; lentitud de aquella Compañía en cortar el gas; algún propietario de un edificio "patrimonial" (odio esa palabra tan basureada) que quiere ganar dinero con el seguro o vendiéndolo para hacer torres de departamentos para que vengan santiaguinos a ver el mar y que no compran ni el diario en el puerto... Todas estas, y muchas más son las causas de que Valparaíso desaparezca rápidamente por la acción del fuego. Antiguamente, los incendios significaban una renovación. A mediados del siglo XIX, en dos ocasiones se destruyeron varias manzanas del centro de la ciudad. Fueron reconstruidas con mejores edificios y se decidió crear el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso en 1851.
Los incendios producidos por el bombardeo de 1866 motivaron la construcción de valiosos edificios en calle Serrano y de los antiguos almacenes fiscales (de los cuales hoy sobreviven 4). Con el incendio de uno de estos últimos se pudo construir la calle Varas a principios del siglo XX.
El incendio de 1914 del edificio Pasaje Ross en Clave con Cochrane -ampliado en 2 pisos luego del terremoto de 1906 y sobrepoblado- fue algo que podría haber dejado valiosas lecciones a las autoridades de la ciudad, pero fue olvidado. La tragedia pareció repetirse casi 100 años después, el 3 de febrero de 2007 en calle Serrano.
La explosión del 1 de enero de 1953 en la Barraca Schultze de Avenida Brasil, afortunadamente, no ha sido olvidada. Dejó muchos muertos, entre ellos varios bomberos.
Con cada incendio se pierden para siempre vidas y el esfuerzo de años de trabajo, que son parte fundamental de nuestra ciudad.
Es hora de que las autoridades se decidan a tomar cartas en el asunto y comiencen a fiscalizar el estado de las instalaciones eléctricas, de las construcciones y de la ciudad en general. Que cada compañía se responsabilice por mantener en óptimas condiciones sus redes de gas, agua y electricidad, que se eliminen los lugares potencialmente peligrosos, como los microbasurales que pueden iniciar un incendio, que el gobierno subsidie a aquellos que tienen edificios o locales comerciales valiosos para que los puedan mantener y, lo más importante, que los propios habitantes se preocupen de mantener el espacio donde viven y sus alrededores limpios y en buen estado. Así se mejorará la calidad de vida de los porteños y, a la larga, traerá prosperidad a la ciudad.
Valparaíso es una ciudad valiosa, con muchos recursos, pero frágil y se debe cuidar para no convertirse en otra Viña del Mar llena de cubos (perdón, paralelepípedos) de cemento. Valparaíso es una joya en mal estado que hay que reparar con la ayuda de una administración eficiente, como lo hizo Lautaro Rosas hacia 1930. Si no, lo perderemos todo y Valparaíso será para siempre una ciudad triste, acabada... perderá ese renacer constante que la caracterizó a través de los años.

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El edificio Pasaje Ross, ubicado en calles Clave, Blanco y Cochrane, se incendió en 1914. En él vivían 300 personas de las cuales decenas murieron calcinadas. (Foto proporcionada por Lautaro Triviño)

La explosión de 1953 es la peor tragedia que recuerda Valparaíso. Un incendio, como muchos otros, se inició en la Barraca Schultze de Avenida Brasil. Sin embargo, gran cantidad de explosivos se guardaban en un edificio vecino, los cuales estallaron cuando las llamas estaban casi extintas. Muchas personas murieron, la mayoría bomberos. Los funerales fueron multitudinarios. (Foto revista En Viaje, en Memoria Chilena)

Así lucía el edificio Subercaseaux de calle Serrano el 2002. La calle entera había sido maquillada con pintura poco tiempo antes.(Foto Alberto López)
Construído en 1895, soportó todos los terremotos del siglo XX. Sin embargo quedó solo el cascarón luego del incendio del 3 de febrero del 2007.(Foto Alberto López)
Dicho incendio fue producido por una explosión de gas en la vereda de enfrente. Tres edificios y medio desaparecieron completamente, entre ellos el edificio verde, que ya existía en 1872, pero más ornamentado. En más de 130 años, ese sector de la calle Serrano no había cambiado su volumetría.(Foto Alberto López, dic 2006)
La cordonería Ibarra simplemente desapareció...(Foto Familia López Martínez, año 2002)
sólo quedó el muro trasero. (Foto Alberto López)
Fue fundada como Sastrería Ibarra en 1948 y, con los mismos mesones redondeados en sus extremos, pasó a ser Botonería y Cordonería Ibarra en 1969.
Desapareció, al igual que decenas de locales comerciales, algunos tan tradicionales como este, que se ubicaban en los alrededores. Otros sufrieron daños de consideración. (Foto revista Vivienda Decoración, año 2003)
En el Almendral, la mayoría de los edificios fueron construídos luego del terremoto de 1906 con materiales más livianos, pero más inflamables. Un incendio con escape de gas dejó sólo un hoyo donde se ubicaba este edificio azul en Pedro Montt. (Foto Alberto López, año 2006)
Para saber más:

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